domingo, 31 de agosto de 2008

un año---un día

ya paso... se cumplió el año, y como frutilla de la torta, de nuevo se repitió la historia...

estoy tan triste y enojada a la vez.. que no puedo de decir estupideces con alto grado de sarcasmo e ironía...

no puedo creer que pase de nuevo.
estoy harta de esto, ya no aguanto más.
bastante tuve con entrar hace un año a casa y vivir lo q tuve que vivir, y aguantarme el miedo, y no desplomarme cuando me temblaban las piernas, y mantener la calma y pedir ayuda, y todo eso.... me parecía que con eso bastaba por un tiempo, pero aparentemente todavía me faltaba recibir una dosis más de mala racha...
siii... de nuevo, que emoción no¿??

y así fue como me desperté ayer.. 10.45 a.m
riiiiinnngg!! (teléfono puto! a quien se le ocurre llamar un sábado de mañana??)
pero no era una llamada cualquiera, no era la típica vieja que quiere llamar a no se quién y dice 'huy no, me equivoqué de nuevo'
no... esta vez lo que mi madre escuchó al otro lado del teléfono fue el desesperado llanto de mi tía gritando que a mi abuelo le había dado un infarto. y antes de que mi madre tuviera tiempo de salir directo a la puerta, otra vez sonó el teléfono, y el desesperado grito de una mujer se escucho desde mi cuarto....

'no de nuevo' me negué a creerlo.... no era posible...
11.30 a.m y ya había pasado todo....
ya no estaba... se había ido...

fue como si el vacío que desde hacía un año venía sintiendo se incrementara aún más.
no podía estar pasando eso, no de nuevo...

el año pasado miré por última vez a mi padre en aquella camilla al lado de una ventana que daba a un cielo azul que él jamás volvería a ver conmigo... y hoy, 31/08 a la misma hora en que hace un año me decían que mi padre había fallecido, vi por última vez a mi abuelo en un frío cajón de madera...

no quiero más esto, no quiero más....
quiero dormir y al despertar darme cuenta de que todo ha sido un sueño, pero desgraciadamente ya se que nunca va a pasar.

y ya no se ni como expresar lo que siento... la falta de sueño, la falta de ganas de comer, las ganas de gritar y correr sin rumbo alguno, y de pegarle no se a quién, ya que en esta historia no hay culpables.... y las desesperación ante esa responsabilidad innecesaria que siento.... esa sensación de que tengo que ser fuerte y apoyar a todo el mundo, olvidándome de mi dolor.
parezco tan tranquila, pero me siento tan mal...

no quiero más...

no quiero más...